Los valores cristianos deben transmitirse en la familia
Entonces, los
padres en primer lugar deben ser capacitados para
enseñar valores, con su palabra y su ejemplo.
Un principio importante es premiar a los niños por
buenas decisiones y actitudes; no por actos de
conformidad externa. Muchas veces, los niños son
alabados y premiados por talentos naturales que tienen:
por sus notas escolares, su apariencia exterior, sus
logros deportivos, etc. Pero todo esto no tiene nada que
ver con decisiones morales del niño.
Ejemplo: Un niño que tiene mucho talento para
dibujar, termina un dibujo tan rápido como puede y corre
a jugar. Otro niño, que tiene menos talento, se esfuerza
y persevera para producir un dibujo tan bueno como puede,
aunque no sale tan bueno como el dibujo del primer niño.
En este caso, es apropiado premiar al segundo niño por
su perseverancia y diligencia, porque mostró una mejor
actitud que el primer niño; por más que el primer niño
tenga el dibujo más bonito.
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